Descubre por qué tu basura puede ser una oportunidad para todo el mundo
La mayoría de la población, casi un 54,29% de los habitantes del mundo, vivimos en ciudades que producen entre 7.000 y 10.000 millones de toneladas de basura urbana al año.
Con estos datos, ya imaginarás que la mala gestión de los residuos es un problema crítico en las ciudades grandes: suponen un peligro medioambiental y, a la vez, causan problemas de salud y económicos.
En el otro lado de la balanza se encuentran las ciudades que más reciclan y los países que están haciendo del reciclaje su seña de identidad, convirtiendo lo que parecía un problema para el resto de urbes en una oportunidad económica y de crecimiento para sus ciudadanos.
Residuos y oportunidades
Empecemos por la clave: Una gestión sostenible de la basura mejora el medioambiente y la economía de las ciudades que más reciclan. Como lo oyes.
Según el último estudio (archivo PDF) del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) y la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), los beneficios de gestionar correctamente la basura pueden suponer un presupuesto cinco veces menor para las ciudades que la falta de sistemas adecuados para hacerlo.
Además de suponer un importante ahorro público, una inversión en sistemas de reciclaje genera empleo verde y mejora la calidad de vida de los ciudadanos.
¿Cuáles son las ciudades más “envidiadas” en materia de reciclaje?
En el #wasteinprogress2017, realizado en Girona, se reunieron las 12 ciudades que más reciclan en el mundo con el objetivo de compartir sus experiencias para conseguir los ambiciosos objetivos de reciclaje de la Unión Europea.
Con la implicación de las ciudades y sus habitantes se pretende conseguir que el 50% de los residuos sean reciclados para el año 2020 y acercarse al, aún utópico, residuo cero en el 2030.
Para que te hagas una idea, en esa fecha se pretende elevar las tasas de recogida selectiva hasta un 70%. El objetivo definitivo será cerrar el círculo entre lo que consumimos y lo que desechamos.
San Francisco
Un sistema simple con muy buenos resultados.
Esta es la definición perfecta para entender el 80% de recogida selectiva que se ha conseguido en la ciudad de San Francisco. Una ciudad mediana, con 830.000 habitantes, quienes sólo cuentan con tres contenedores: orgánico, resto y reciclables.
Este sistema simple ha conseguido que los ciudadanos participen y comprendan de una manera fácil cómo hacer la separación en sus hogares.
Seúl
La ciudad asiática, que cuenta con 25 millones de habitantes (lo que supone más de la mitad de la población española viviendo en la misma metrópoli), penaliza el desperdicio de comida y otros residuos alimentarios mediante un sistema de pago sobre la fracción orgánica que ha conseguido un porcentaje de reciclaje del 62%.
El desperdicio de comida es una triste realidad por la que todos podemos hacer algo.
Cardiff
Si de algo puede presumir la galesa Cardiff es de la recogida selectiva de residuos, que alcanza una eficacia de un 59%. Gracias al servicio de puerta a puerta, todos los “reciclables secos” (vidrio, envases, papel y cartón) son recogidos en sus propios hogares para fomentar su reciclaje.
Tallin
Cuenta con un sistema mixto en el que, por una parte, cuentan con unos contenedores comunitarios en los que depositar el papel y cartón, el resto y los residuos orgánicos procedentes de los alimentos.
Y por otro lado, se recogen puerta a puerta materiales como vidrio, plásticos y metales. La efectividad de este sistema llega hasta un 53% de tasa de reciclado.
Múnich
La alemana Múnich, con una cifra de población de 1,4 millones de habitantes, tiene varios modelos de gestión de basura implementados.
¿En que se basan? Su modelo de gestión les cuesta dinero a los alemanes en función de la cantidad de restos que generen, combinando en la recogida sistemas puerta a puerta con el servicio de contenedores en las calles que todos nosotros conocemos. La eficacia en la gestión de residuos supera el 50%.
Adelaida
La comunicación es la base del éxito de este modelo de reciclaje. La ciudad australiana, ubicada en un enclave mágico dentro de las antípodas geográficas, ha conseguido una recogida selectiva del 60%.
Este éxito se debe a los programas de formación que ha difundido entre la ciudadanía mediante un “código de semáforo” que ayuda a comprender mejor cómo reciclar, gracias a la lógica de los colores. El rojo es la fracción no reciclable, el amarillo los desechos reciclables y el verde los residuos orgánicos.
Liubliana
La capital europea con mayor eficiencia en la recogida selectiva de residuos se encuentra en Eslovenia. Con una tasa de reciclaje del 65%, puede presumir de sus contenedores soterrados y del buen uso de ellos que hacen sus 256.000 habitantes.
Los vecinos del casco histórico depositan la basura gracias a un acceso electrónico con el que se identifican; mientras, en las afueras de la ciudad, se utiliza un sistema de puerta a puerta mediante el que se recogen cuatro categorías de residuos.
Milán
La ciudad que presume de ser la primera gran urbe sin contenedores en la calle, es la italiana Milán. La basura generada por sus 1,5 millones de habitantes se recoge puerta a puerta en cinco fracciones sólo dos días a la semana. De esta forma se ha conseguido recuperar el 54% de los materiales.
Amberes
Si en algo fue pionera esta ciudad, fue en la instalación de contenedores soterrados «inteligentes». Además de este sistema cómodo y discreto, se paga de manera proporcional por las fracciones de resto y de envases que se produzcan. De esta forma se alcanza un 54% de la recogida selectiva.
Parma, Imola o San Remo
Las ciudades que más reciclan de menos de 200.000 habitantes son las urbes idóneas para probar nuevos sistemas innovadores de reciclaje y donde se registran los mejores resultados y compromiso por parte de los ciudadanos.
En Parma, mediante la recogida puerta a puerta, pagan por los desechos de resto gracias a chips instalados en los cubos y las bolsas. Su porcentaje de recogida selectiva roza el 73%.
Imola, con 70.000 habitantes, alcanza el 79% del reciclaje de sus desechos con un modelo de recogida basado en cinco contenedores de carga lateral, todos con control de acceso, que miden los residuos depositados excepto el vidrio. Además, para el contenedor «resto» se tiene una limitación de volumen.
Por último, la más pequeña de las ciudades que más reciclan compartió su experiencia fue San Remo, con 55.000 habitantes. Su sistema mixto alcanza un índice de recuperación selectiva del 65% y cuenta con contenedores de aportación comunitaria, de proximidad y de recogida puerta a puerta. La generación de envases y resto está penalizada mediante el pago proporcional a la cantidad depositada.
Cualquier sistema de reciclaje de las ciudades que más reciclan que te hemos contado es válido, pero la diferencia la marca la colaboración desde los hogares de sus ciudadanos. Y tú, ¿Conoces el sistema de gestión de residuos de Valladolid?
¿Tienes dudas?¡Consulta nuestro buscador de residuos!
¿Dónde va el papel de cocina? ¿Y los tarros de mermelada? Consulta nuestro buscador de residuos y no te quedes con ninguna duda sobre cómo separar tus residuos adecuadamente.
Ayuda a Valladolid
¿Por qué no separas la comida del resto cuando lo tiras a la basura? ¿Por qué no llamas al punto limpio y lo tiras al contenedor? Paqui, Emilio y María, trabajan en el servicio de limpieza de Valladolid y, por eso, te piden ayuda.