La piel de nuestra fruta y los restos de comida quizá sean el estimulante perfecto para el crecimiento de los cultivos

Puede que tu despensa esté ahora mismo vacía. Acabaste el último cartón de leche, las dos galletas que quedaban al fondo del paquete y a duras penas puedes hacerte un zumo de naranja.
Puede parecer una tragedia, y en algunos lugares realmente lo es, pero a menos de cinco metros de tu portal tienes un supermercado. En cambio, si fueras una planta y empezarás a tener hambre, ¡necesitarías ser urgentemente abonado!

El suelo para el cultivo, es mucho más que el almacén o apoyo dónde van a crecer las plantas que hemos cultivado, es un laboratorio en el que la materia orgánica se transformará en los nutrientes que necesitan para alimentarse.

¿Qué es el compost?

Los desperdicios en la naturaleza no existen, lo que para unos son desechos para otros son recursos. Los restos orgánicos se convierten en comida para los descomponedores y posteriormente pasan a formar parte de los recursos orgánicos del suelo.

En las comunidades humanas en las que habitamos esto no sucede, por lo que este desecho tan preciado en la naturaleza pasa a perderse en vertederos e incineradoras. Por suerte en Valladolid contamos con una Planta de Compostaje en la que creamos abono orgánico con nuestra fracción orgánica.

El compost o abono orgánico resultante del tratamiento se utiliza en los suelos porque mejora su estructura y estimula el crecimiento de los cultivos como alfalfa, remolacha, maíz, alubias, cereales…
De esta forma los terrenos se vuelven más fértiles y se incrementa su riqueza orgánica. Si quieres saber más sobre el compost puedes echarle un vistazo a este reportaje de compostaje publicado en El País.

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Ventajas del compostaje

Las ventajas de separar los residuos orgánicos del resto para conseguir abono de calidad o compost son varias, como se enumeran en la guía de compostaje del Ministerio de Medioambiente y que te resumimos aquí:

    • El ciclo circular de los biorresiduos se cierra retornándolos a la tierra.
    • Así, recuperamos parte de los recursos naturales que se habían perdido.
    • Los residuos urbanos que pueden acabar en vertederos se reducen.
    • Contribuimos a frenar el cambio climático disminuyendo la emisión de gases invernadero de los vertederos e incineradoras.
    • La fertilidad de la tierra aumenta sin contaminarla con abonos químicos.
    • Ahorramos en fertilizantes para nuestros parques, jardines, cultivos…

¿Cómo funciona la Planta de Compostaje en Valladolid?

En el año 2002 se inauguró la Planta de Recogida Selectiva de Residuos y se empezó a implantar el modelo húmedo-seco con el que los vallisoletanos convivimos actualmente.

En nuestro sistema se recoge de manera separada los biorresiduos y la fracción resto.

Por este motivo no existe la recogida de la denominada “bolsa amarilla”, ya que los envases reciclables son separados una vez que llegan a la planta.

Además de estos dos contenedores, se separa (en el contenedor verde y azul respectivamente) el vidrio y el papel o cartón. Estos residuos junto con la fracción orgánica se separan directamente en los hogares para enviarlos a su lugar de tratamiento y que no se pierdan, rompan o estropeen al entrar en contacto con otros.

En el caso de los restos alimentarios, se envían a la sección de compostaje dentro de la Planta de Recogida Selectiva de Residuos donde se reciclan directamente sin pasar por otros intermediarios. Por otro lado, en el caso de los envases ligeros, el papel o el vidrio pasan a ser gestionados por entidades como Ecoembes o Ecovidrio.

El tratamiento de los residuos orgánicos de forma separada supone un menor coste económico, ya que requiere casi del mismo número de contenedores y es más sencillo para la población que sólo tiene que separar sus desechos producidos por sus alimentos (mondas, espinas, servilletas de la comida, huesos…) del resto, a excepción del vidrio y del papel o cartón.Que como la mayoría sabréis, ¡también tienen su contenedor!

La única pega es que si los vecinos no colaboran, se producen muchos impropios (cosas que no deberían estar ahí) en ambos contenedores. Estos residuos mezclados o en algunos casos de grandes volúmenes, ¡tóxicos! o peligrosos, dificultan el reciclaje y muchas veces atascan las cintas. Y todo lo que eso conlleva: trabajo extra, pérdida de recursos, liberación de agentes tóxicos…

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¿Qué pasa con los biorresiduos cuando llegan a la planta?

Nuestro Centro de Tratamiento de Residuos está especialmente diseñado para el tratamiento de todo tipo de recogidas tanto de partida única (pequeños pueblos con un único contenedor) como de orgánico, inorgánico o contenedor de envases (ubicados en algunos municipios de la provincia).

Valladolid fue una de las ciudades pioneras en el tratamiento integral de residuos con la tecnología más avanzada existente en el campo del compostaje.

Estos son los pasos a seguir para transformar esa cáscara de naranja de tu almuerzo en un nutritivo compost una vez que los desechos alimentarios entran en la línea de compostaje:

    1. Los restos orgánicos se depositan en los fosos.
    2. Se rompen automáticamente las bolsas y se separan manualmente las impurezas apreciables.
    3. Se añade una fracción vegetal, como restos de podas y vegetales, para aumentar la calidad del abono.
    4. Los túneles de fermentación y maduración acelerada permanecen cerrados durante cuatro semanas en las que se realiza el compostaje.
    5. La máquina de vaciado de túneles extrae una determinada cantidad de la materia fermentada.
    6. Se produce la fermentación anaerobia de parte de la fracción orgánica con el fin de obtener metano para alimentar eléctricamente la instalación.
    7. La materia que sale del túnel es descompactada y depositada en cintas transportadoras.
    8. Por último, se afina el compost eliminando las impurezas por medio de cribas y separadores densimétricos.

Y ahora que sabes que tu cáscaras de huevo, peladura o bolsa de té son recursos valiosos seguro que no los ves con la basura de antes.