Optimizar la gestión de residuos se ha vuelto una tarea fundamental para cumplir con los objetivos que marca la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Además, tres de los puntos que se incluyen en la Estrategia Española de Economía Circular a alcanzar para el año 2030 afectan de lleno a la gestión de materiales y basura orgánica:
Reducir la generación de residuos un 15% respecto de lo generado en 2010.
Reducir la generación de residuos de alimentos en toda la cadena alimentaria: 50% de reducción per cápita a nivel de hogar y consumo minorista y un 20% en las cadenas de producción y suministro a partir del año 2020.
Incrementar la reutilización y preparación para la reutilización hasta llegar al 10% de los residuos municipales generados.
Con estos datos en la mano, gestionar de manera correcta los residuos orgánicos es fundamental para cumplir con dichos objetivos. Pero, antes que todo eso, ¿sabes qué es realmente la basura orgánica? ¿Qué tipo de residuos se integran en esta categoría?
A continuación te explicamos en detalle qué es la basura orgánica y te mostramos unos cuantos ejemplos.
Qué se considera basura orgánica
Se consideran residuos o basura orgánica todos aquellos desechos de origen biológico, es decir, que en algún momento estuvieron vivos.
Debido a su origen y composición, este tipo de restos se descomponen de forma natural y pueden volver a formar parte del ciclo de la vida. Por lo tanto, al hablar de basura orgánica debemos introducir el concepto de biorresiduo.
Según la definición del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, “los biorresiduos domésticos son los residuos orgánicos biodegradables de origen vegetal y/o animal, susceptibles de degradarse biológicamente.”
Por lo tanto, podemos encontrar biorresiduos en diferentes ámbitos:
- Doméstico: todos los desechos orgánicos que se producen en los hogares: restos de comida, cáscaras de alimentos, etc.
- Comercial: toda la basura orgánica procedente de supermercados, restaurantes, viveros o negocios florales.
- Industrial: procedentes de grandes superficies donde se manipula este tipo de residuo. Por ejemplo, la industria cárnica genera restos que no son aptos para el consumo.
Desde el punto de vista de la optimización de la tasa de recuperación de materia orgánica de los ciudadanos, el origen doméstico de la basura orgánica es el que más nos interesa.
Dentro de nuestras casas producimos basura orgánica de diferentes tipos. Principalmente, podemos distinguir tres:
- Restos de alimentos: dentro de esta categoría se encajan todos los restos que se producen al cocinar o manipular alimentos, restos de comida, cáscaras de huevo, frutos secos o fruta…
- Fracción vegetal: hace referencia a restos de tipo no leñoso, por ejemplo hierba.
- Restos de poda: son restos de mayor tamaño que los anteriores, como por ejemplo troncos, ramas o grandes cantidades de tierra.
Qué residuos orgánicos se tiran al contenedor marrón
¿Qué es lo que hace que un residuo pueda o no depositarse en el contenedor orgánico? La respuesta se encuentra en el concepto de biodegradabilidad.
Este término hace referencia a la capacidad que tienen los residuos de descomponerse en sustancias más simples a través de la acción de los microorganismos. Es decir, esta característica sirve para distinguir entre lo que es compostable y lo que no y, por tanto, lo que debe o no tirarse al contenedor marrón.
Así, saber qué tipo de residuos domésticos tienen que tirarse en el contenedor orgánico es bastante sencillo. En general, tiraremos al cubo marrón todos nuestros desechos orgánicos que, en su mayoría, serán restos o sobras de alimentos.
Aunque, como hemos comentado, los desechos orgánicos deben tirarse en el cubo marrón, tendremos que hacer alguna excepción a la hora de gestionar ciertos residuos, como por ejemplo los excrementos de nuestras mascotas, sobre todo de perros. Como bien explica este artículo, aunque las deposiciones de los animales sean de origen orgánico, no se deben tirar el el contenedor marrón. ¿El motivo? Las bacterias: “Los perros son animales básicamente carnívoros, cuyas heces portan ciertos microorganismos que las alejan de ser abono para el campo o las plantas.”
¿Para qué queremos separar la basura orgánica en el cubo marrón?
La respuesta es sencilla: todos los desechos que tiramos al contenedor orgánico se llevan a la planta de compostaje para producir abono de calidad con el que se alimentarán nuestros campos. Sin embargo, para que ese compost se considere de calidad, necesitamos separar correctamente los restos y no echar al contenedor orgánico residuos que no corresponden (llamados residuos impropios). Y para eso, necesitamos la ayuda de todos los ciudadanos, particulares y empresas.
En esta infografía puedes visualizar qué tipo de residuos se deben tirar en el contenedor de fracción orgánica. Además, si tienes dudas sobre qué tipo de resto se tira en cada contenedor, puedes utilizar nuestro buscador de residuos para solventar la duda.
¿Tienes dudas?¡Consulta nuestro buscador de residuos!
¿Dónde va el papel de cocina? ¿Y los tarros de mermelada? Consulta nuestro buscador de residuos y no te quedes con ninguna duda sobre cómo separar tus residuos adecuadamente.
Ayuda a Valladolid
¿Por qué no separas la comida del resto cuando lo tiras a la basura? ¿Por qué no llamas al punto limpio y lo tiras al contenedor? Paqui, Emilio y María, trabajan en el servicio de limpieza de Valladolid y, por eso, te piden ayuda.