Falta de información, dejadez, inconsciencia… ¿Qué nos lleva a separar mal los residuos?

Dicen que “Allá donde fueres haz lo que vieres”. Y quizás este refrán nos ayude a entender porque falta tanta concienciación en materia de reciclaje. En España siempre hemos ido un pelín más rezagados en cuestión de reciclaje, pero la realidad es que llevamos ya muchas décadas con contenedores para clasificar la basura en nuestras calles.

¿Será que en nuestra casa no lo vimos?, ¿seremos nosotros los raros?

Lo cierto es que los ejemplos en esta materia suelen brillar por su ausencia. Sólo debemos darnos una vuelta cerca de algún contenedor para darnos cuenta de que lo que hay dentro no siempre se corresponde con la etiqueta exterior.

¡Esto en tu casa no lo haces!, podemos escuchar cuando alguien se atreve a decir en alto lo que todos pensamos al, por ejemplo, ver a alguien tirar un papel en la acera. Porque la ciudad es la casa de todos en la que paseamos, hacemos los mejores amigos, compramos y vivimos miles de experiencias.

Meter los calcetines en la nevera Vs Tirar basura inorgánica en el contenedor orgánico.

Si nunca guardarías tu móvil en la nevera, ¿por qué tiras los envases al contenedor orgánico?

Depositar cada residuo en su contenedor correspondiente nos asegura que puedan ser reciclados y pasen a una segunda mejor vida.

Los residuos orgánicos se utilizan para generar abono, llamado compost, cuya calidad puede ser estropeada por residuos que no sean biodegradables, con componentes tóxicos, plásticos…

Montar un cementerio nuclear en tu garaje Vs Guardar pilas y aparatos electrónicos estropeados en un cajón.

Si no almacenarías residuos tóxicos en tu garaje, ¿por qué guardas pilas usadas, móviles viejos y otros aparatos electrónicos estropeados con componentes perjudiciales para la salud en los cajones?

Es importante que al final de su vida útil, todos estos residuos sean depositados en puntos limpios para que sus componentes tóxicos y de valor puedan ser tratados y recuperados.

Meter toallitas higiénicas en tu pecera Vs Tirarlas al WC y que acaben en el mar

¿Utilizar la pecera como papelera? Seguro que no lo harías con tus peces, pero como quien no quiere la cosa, contaminamos los mares con miles de residuos higiénicos (toallitas higiénicas, tampones, compresas…) que vertemos por el WC.

Como dato, se estima que cinco trillones de pedazos de plástico flotan en las aguas de nuestros océanos. A la vez, las bolsas de plástico son las causantes de 100 mil muertes al año de animales diversos como aves, ballenas y tortugas.

Hacerte un cóctel con refresco y pintura Vs Verter aceite por el fregadero

¿Beberías un cóctel tóxico? Si viertes un litro de aceite por el fregadero puedes llegar a contaminar mil litros de agua.

Este aceite, además de contaminante, puede tardar entre 10 y 15 años en
biodegradarse.

La buena noticia es que si depositas el aceite en su contenedor, este puede convertirse en biodiesel, jabones, abono orgánico…

Dejar el gas abierto Vs Desechar un kilo de residuos orgánicos

¿Te has dejado el gas abierto?, ¿estás aterrorizado sólo de pensarlo?

Aparte del susto y el peligro que puede suponer este despiste, estamos desperdiciando energía que podríamos utilizar para preparar nuestra comida favorita.

¿Sabías que cada vez que reciclas mal un kilo de restos de alimentos pierdes el equivalente a una hora de biogás para cocinar?

Dormir en una cama hecha vidrios rotos Vs Tirar vidrio fuera de su contenedor

¿Has soñado con ser un faquir? Puedes construirte una cama con vidrio roto y probar tu resistencia física y mental…

Si crees que podría ser bastante incómodo e incluso que podrías acabar cortándote con el, no dejes abandonado el vidrio fuera cuando vayas a depositarlo en el contenedor verde.

No sólo es una inconsciencia ecológica, ya que el vidrio es 100% reciclable, también es peligroso para otras personas y animales que se pueden dañar.

Incluso puedes llegar a provocar un incendio y generar un gran desastre ambiental. Todo un faquir.

Brindar y tirar la bebida al suelo Vs Tirar el corcho al contenedor inorgánico.

Te imaginas que la nueva moda en brindis de estas navidades sea chocar las copas y tirar la bebida al suelo: ¿dará más suerte?, ¿sería un desperdicio?

Si derrochar no va contigo, y menos cuando hablamos de nuestra bebida favorita, acuérdate de tirar los corchos al contenedor orgánico, ¡pueden convertirse en abono de calidad para los agricultores de la zona!

Imprimir con folios grasientos Vs Tirar al azul servilletas y cartones con restos de comida

¿Comprarías folios con olor a pizza y grasientos? ¿Quizás se deslizarían mejor por la impresora?

Los papeles y cartones sucios con restos de comida van al contenedor orgánico, ¡no al azul!

El papel, cuando es reciclado, se mezcla con agua que es incompatible con el aceite, ya que la grasa impide que se separen las fibras de papel.

Mezclar a tu gato con tu hamster Vs Mezclar cristal con vidrio

¿Tu gato y tu hamster en la misma habitación?… ¡Esto puede acabar mal!

Puede ser un desastre fatal como lo es tirar cristal al contenedor verde. ¡Es sólo para vidrio!

El cristal tiene óxido de plomo que no se puede fundir en los mismos hornos que el vidrio. De lo contrario, este compuesto acabará en nuestras botellas o, incluso peor, en las emisiones que salen por la chimenea durante el proceso de reciclado.

Guardar la ropa sin doblar Vs Tirar botellas y recipientes sin compactar

¿Te imaginas hacer la maleta sin doblar la ropa? Es probable que no te entrara ni un tercio de lo que vas a necesitar para tu viaje.

Lo mismo ocurre con los envases cuando son depositados en su papelera, si no los compactas, es probable que tengas que darte el doble de paseos al contenedor y ocupen el doble de espacio a la hora de gestionarlos. Y lo que eso significa: más camiones, más contaminación, más coste…

Y recuerda: ¡No sólo las botellas se compactan! Los cartones deben ser plegados y cortados antes de tirarlos en el contenedor. De esta forma su recogida será más eficiente y evitaremos la mala imagen y problemas de limpieza que supone dejar los papeles y cartones fuera de su contenedor.

Reciclar, separar, los colores, los materiales, los residuos, los cubos… puede que a veces reciclar se nos haga un poco cuesta arriba y necesitemos parar para respirar un poco.

Pero sin duda los beneficios de tomarnos unos minutos, consultar en nuestro buscador la duda y hacer lo correcto, se ven recompensados con creces en nuestro entorno. Porque no podemos cambiar todos los problemas del mundo, pero sí podemos contribuir para que sea un lugar mejor y menos contaminado.