La contaminación del agua es un problema global que empieza en tu ciudad y termina en el océano.

El Día Mundial del Agua nació con el ánimo de promover la importancia del agua, saber cómo podemos conservarla y llevarla a los lugares que no tienen acceso a ella. Estos objetivos primordiales se establecieron en la ONU en la cumbre del Medio Ambiente de 1993 y se reivindican cada 22 de marzo.

Está claro: El agua es un elemento esencial para la vida, tanto para nosotros como para el resto de seres vivos que habitamos la tierra.

Pero no todos en disfrutamos del agua en las mismas condiciones: Mil ochocientos millones de humanos usan fuentes de agua contaminadas o viven en escasez de agua absoluta y el consumo no potable provoca la muerte de 842 mil personas al año.

La contaminación de las aguas no entiende de fronteras

No sólo los seres humanos sufrimos con la escasez de agua o el agua contaminada, los vertidos en las aguas acaban con parte de los sistemas acuáticos. La desaparición de la vida acuática muchas veces es provocada por las plagas de algas invasoras. Estos organismos se nutren de los residuos acaparando tanto el espacio como el oxígeno del resto de especies que viven en el mismo lugar.

Los microbios patógenos, nutrientes, sustancias consumidoras de oxígeno, metales pesados, materia orgánica persistente, así como sedimentos y pesticidas son los principales elementos contaminantes. El calor, incluso, que tienen las aguas de los vertidos puede considerarse un agente contaminante que provoca la pérdida de calidad del agua.

El problema más común al que nos enfrentamos es a la eutrofización que es el resultado de gran cantidad de nutrientes en el agua, especialmente fósforo y nitrógeno, y que provocan la pérdida de sus beneficios según la UNESCO.

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Más plásticos que peces

Sol. Vacaciones. Mar. Playa. Brisa Marina. ¿Te imaginas disfrutando de un día perfecto en la arena y de repente encontrarte una botella de plástico? Puede que mires a tu alrededor buscando el culpable, pero quizás el irresponsable se encuentre en la otra punta del planeta.

El problema de la contaminación en el agua es de ida y vuelta, lo que tu tiras llega a otros lugares y lo que llega hasta nosotros proviene de cualquier continente.

¿Sabías que 200 kilos de plásticos se vierten al mar cada segundo? Se estima que los plásticos suponen entre el 60-80% de la basura marina. Estos son de todo tipo y tamaño, aunque, sin duda, los que más preocupan son los microplásticos.

Los niveles de estos en pescados y mariscos es alarmante, tal y como denunció Greenpeace en el año 2016. En casi todas las investigaciones realizadas en peces provenientes de las diferentes partes del globo se encontraron microplásticos en al menos un 9% de las especies, alcanzando en muchos lugares cifras de hasta un 20%.

No sólo los peces los ingieren de manera natural, también los mejillones y las ostras al alimentarse mediante filtración o los cangrejos a través de las branquias o la boca.

Un océano con tantos peces como plásticos. A este ritmo será el paradigma del año 2050. ¿Te preocupa?

Según los cálculos estimados en la investigación Plastic Pullution in the World’s Oceans cerca de 250.000 toneladas de contaminación plástica flota por todos los océanos del mundo. Una de las zonas dónde más plásticos se acumulan es en la Isla de Basura del Pacífico.

Aunque no hace falta irse tan lejos para notar la contaminación, en nuestro mar mediterráneo se concentra entre el 21% y el 54% de las partículas microplásticas globales creando un peligro biológico que peligra la cadena alimentaria.

 

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El Pisuerga en el punto de mira

Cuando nos hablan de la contaminación de nuestros ríos, nos imaginamos grandes vertidos de la industria, agricultura o ganadería, pero parte también es nuestra responsabilidad.

El destino que le damos a los medicamentos, plásticos, textiles o cosméticos puede impedir que acaben en nuestro río.

La principal fuente de contaminación de nuestro río son las descargas de aguas residuales tanto de los municipios de Valladolid, como de Burgos o Palencia.

Estos afectan de manera progresiva la calidad del agua, viéndose más afectada en Simancas, donde contiene altas concentraciones de DB05, amonio y una baja concentración de oxígeno.

En general todo el sistema del pisuerga, según la tesis Modelación y Análisis de Calidad del Agua del Tramo Medio-Bajo del Río Pisuerga, tiene un alto contenido de amonio que no cumple con los requisitos óptimos para la vida acuática. A esto se suma que la carga de materia orgánica es importante por lo que puede ser producida por los vertidos de origen urbano.

Los peces también podrían sufrir alteraciones por culpa de otros contaminantes emergentes como son los fármacos, plaguicidas, jabones o aditivos químicos, que hasta ahora no se habían tenido en cuenta en los análisis. La OCU analizó los diferentes ríos de la península para encontrar principios activos de estos nuevos contaminantes, encontrándose con más asiduidad antiinflamatorios populares como el diclofenaco o el ibuprofeno.

Las cantidades halladas, aunque no amenazan directamente nuestra salud, pueden ser peligrosas para peces, cangrejos o algas. En el río Pisuerga se encontraron niveles significativos de medicamentos y cantidades mínimas de aditivos químicos, aunque también comprobaron que no se encontraban en las aguas de nuestros grifos.

¿Cómo podemos ayudar?

En primer lugar es importante conocer dónde depositar cada uno de los residuos que generamos en Valladolid para evitar que acaben en nuestros inodoros y posteriormente en ríos y mares.

Los medicamentos deben ser depositados en los puntos SIGRE y otras sustancias químicas peligrosas deben ser llevadas a los Puntos Limpios que se encuentran en varios puntos de la ciudad, además de su versión móvil que se desplaza diariamente a lo largo de nuestra ciudad.

Si ya reciclas y quieres hacer más por el medio ambiente y la salud de nuestras aguas, puedes ayudar en la limpieza de los vados y riberas donde más basura se acumula: Organizar una excursión ecológica con tus amigos para “capturar” basura puede ser divertido y sostenible.

¿Te apuntas?